martes, 23 de junio de 2009

TU MANO


Sentí el calor de tu mano
en la palma de la mía,
aquel calor tan callado,
aquella sonrisa amiga
y ahora que me has dejado
ahora me sirves de guía,
me transportas al pasado
como sombra que camina.
Aquel pueblo que he dejado,
aquellos juegos de niña.

Súbitamente te has ido
y yo bebo de mis lágrimas,
por todo lo que tú has sido,
por tu larga vida amarga
a la que siempre has vencido.
Esa vida que has perdido
para volar con tu alma,
que a tu Dios ha conocido
para llenarte de calma,
como tú siempre has querido.

Te has marchado con los tuyos
esos que se fueron antes,
habéis dejado este mundo
con sus odios y maldades.
Pero hemos quedado algunos
recordando vuestras hambres,
vuestra guerra, vuestro escudo
en los frios barrizales,
en los sótanos oscuros.

Seguir siendo tan valientes
y guardarnos vuestras manos,
para que sigan calientes
cuando nosotros vayamos.
Pues donde quiera que estés,
tu recuerdo no ha cesado
el tiempo borrar pretende
pero jamás lo ha logrado,
porque aún mi mano siente
aquel calor tan callado.

DAVELE

2 comentarios:

  1. Será posible que pueda sentirme unida a estos versos????
    Mucha fuerza en los versos.

    ResponderEliminar
  2. Pues claro que es posible... están escritos a alguien que ya no está junto a mí.. ahora me espera en su cielito querido!! Un abrazo Judhit.

    ResponderEliminar