martes, 4 de enero de 2011

TE CUENTO...




No sería justo, a estas alturas de mis líneas, encarcelar los sueños que libremente quieren sentir bajo las sábanas acogedoras de secretos.

Prohibir a las manos abrir suavemente las puertas del delirio húmedo y salado como el mar que navega por la imaginación cuando se acerca la tempestad más deseada.

Sería absurdo no dejarse excitar por tu recuerdo utilizado exactamente para el placer más extremo, mientras tus dedos se instalan cómodamente, cada vez más sueltos, menos tímidos, rendidos al atardecer somñoliento y caliente del verbo que late.

No tendría sentido privarte de las delicias sin prisa, sin distancia, sin censura.

No, no sería justo.

Y es por ello que volveré a robar tu imagen en el resto de ocasos que la vida me ofrezca para dejar que cabalgues a tu antojo sobre mis jadeos, para que acaricies palmo a palmo todo lo que guardo ardientemente para ti.

Y es por ello que te has convertido en una adicción prohibida, urgente, deliciosa.

Y es por ello que te cuento.

Para prevenirte, para advertirte.

Ya no te perteneces.

Ven.

Escribamos juntos el renglón más entendible de nuestras páginas.

No temas.

3 comentarios:

  1. Sin más motivo que liberar mis letras al máximo.

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  2. Pues te cuento Ana.
    No sería justo leer esta joya y pasar de largo así que te comento brevemente.
    Me gusta la pasión que pones en tus letras y que siempre terminas con una rendija de la pueta abierta a la...esperanza.

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  3. ¡Gracias Ángel!
    Esperanza, por supuesto, siempre.
    Abrazo.

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