martes, 3 de enero de 2012

COMO UN LIENZO ROBADO A NUESTRA HISTORIA...



Yo necesito regalarte
la eternidad de mis latidos.
Envolverte en la suavidad
de la paz blanca
que la vida
te va negando.

No pido nada a cambio.
Miento, sí,
deseo algo para mí...
tu dolor.

Que toda yo
soy tuya,
que soy pedazos de ti,
que soy restos de mi pasado
engranados frágilmente.
Que eres mi pilar,
mi fortaleza,
mi amparo para construir
las piezas de mi futuro.

Que siempre...

No dejes de sujetarme porque en ello me van los sueños,
las ganas,
la sonrisa,
el ánimo
y la pasión que entrego a cada mañana.

Y tenme siempre presente en cada sacudida de tu miedo.

Déjame aliviar verbo a verbo
el enigma de tus horas por venir.

Y seguiremos merodeando
mágicamente las dos...
entre la lágrima y el grito.
Como colores incombinables,
pero capaces
de mezclar el amor
a través de todos los pinceles.


Como un lienzo robado a nuestra historia.

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