sábado, 14 de enero de 2012

Si la palabra deja de ser libre, ho hay lugar para los latidos...



De "DONDE SUJETO MIS SUEÑOS" Casi terminado...

La palabra se involucra, más desobediente que nunca en la tarea de asir nuestros deseos, nuestras bocas, nuestros sexos, nuestras lunas, nuestras lágrimas, nuestros pecados, nuestros continuos lamentos. Sin ser exactamente cierta, ella elige el tiempo accionando cada latido del blanco de los segundos. Porque la exactitud dependerá del ansia con la que seamos capaces de medir el límite establecido. Y ella… tan poderosa, no evitará, ni disimulará la capacidad destructiva inherente a cada una de nuestras pisadas. Ni tan siquiera el verbo todopoderoso. Ni los millones de imágenes que un solo renglón es capaz de evocarnos. Se trata de sujetar, sin ser sujetados por la condena del hábito adquirido. Se trata de abrir los labios hambrientos de sueños y engullir cada aliento enmascarado de rutina… pero definitivo.
Para acariciar con las yemas de los dedos el propósito de lo querido. Para preservar aquel espacio tan nuestro. Para que no nos sea arrebatada esa parte tan necesaria como respirar.
Donde la desnudez sujeta la cordura y la locura evita los espejos. Donde mis sueños me sujetan… mecidos con el dulce vaivén de caderas… de esta poesía en cueros, gritando su libertad para ti.

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