
Mis ojos permanecerán cerrados, soñará la piel.
Despedirá imágenes abruptas y picos de dolor.
Y mis labios... mis labios serán el presagio de la lluvia enhebrándose en las nubes caminadoras de cielos.
Tu realidad será mi sabor.
El aroma a tierra mojada mucho antes de que estalle la tormenta.
Qué bonitos versos Ana María.
ResponderEliminarPor cierto, me ha sorprendido esta remodelación de tu espacio, te ha quedado con mucha luz y muy acogedor.
Abrazos.
Y mis labios se abren para enviarte un gran saludo desde Barranquilla, Colombia. Hermosas letras.
ResponderEliminarTe invito muy cordialmente a que visites mi Galería, ah, y por favor, deja tu huella.
Un abrazo,
Víctor
¡Muchísimas gracias! Un lujo teneros por aquí. Abrazos.
ResponderEliminarQue no lloverá ni habrá tormenta, ha sido un error del hombre del tiempo. De todas formas bonitos versos, huelen a tierra mojada sin nubes.
ResponderEliminarLlueve sin parar por aquí. Adoro la lluvia, antes, durante y después. Y las tormentas me calman. Rarita que es una...
ResponderEliminarGracias por tu visita, bicho.