miércoles, 31 de agosto de 2011

SERVIL...



Atascada
entre las latitudes,
me dejaré llevar
por el camino
desconocido
que bordea
el ombligo del mundo.

Perderé cada rumbo aprendido
a propósito.

Pariré mis entrañas
y que la tierra
(de tez pálida y mortecina)
las engulla.

Ebria de salivas amargas.
Colmada de rabia suculenta.
Inepta al filo de la servidumbre.

Servil, sí,
por hastío y voluntad propia.
Que no sirvienta,
ni ramera,
ni presta.

7 comentarios:

  1. Que poema tan contundente.
    No servir, no gobernar, no retroceder, ni un paso atrás, que diría un amigo mio.
    Me ha gustado la frase de bordear el ombligo del mundo, hay tantos que se creen el ombligo del mundo....

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  2. qué maravilla, Ana, qué maravilla... uffffffffffff!!!

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  3. Es contundente, sí. Rabia escrita. Gracias a mis dos lectores, endemoniadamente queridos, por vuestra visita!

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  4. Mucha fuerza en estos versos Ana, se puede ser muchas cosas en esta vida, pero siempre con la cabeza bien alta y sin traicionarnos a nosotros mismos.

    Abrazos.

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