lunes, 27 de septiembre de 2010

NOVIEMBRE

Frente al espejo, apenas unos minutos más de lo acostrumbrado bastan para atravesar la barrera de un simple rostro. Bastan. Para deslizar la mirada hacia dentro, más allá de la piel, de la carne... hasta llegar al fondo de uno mismo. A ese lugar que hoy me resulta tan desconocido, abandonado y solo. Mi imagen me es devuelta con hostilidad. Me reprocha la falta de esperanza. Decido redescubrirme y dibujo con la mirada cada línea de expresión que se ha empeñado en ir marcando más profundamente el día a día de mi historia. Quizás demasiado rápido. Quizás hermosamente situadas en el lugar exacto del tiempo.

Frente a frente.

Me doy cuenta que pronto llegará Noviembre y una amarga sonrisa define la certeza de la madurez adquirida. Una cifra distinta aparcará en mis decenas sumando más sueños, más miedos, más yo. Un mes de ocasos y atardeceres rápidos, de frios nuevos y árboles desnudos... vendrá a decirme que sigo creciendo, que algún día envejeceré y quizás así me vaya acercando un poco más a ti. Me hundo y toco mi otro yo. Descubro el tacto helado de la irrealidad. No puedo olvidarte. No puedo dejar de añorar tu existencia. Aquel final que te sorprendió en la soledad de la noche, sin más compañía que tu cansada respiración. No puedo cerrar los ojos y dejar de verte... apagada, sumida en un sueño sin retorno tras el cristal que me separaba de tus palabras ya calladas para siempre.

Y me pregunto el sentido.

Y me enfado con el mundo.

Y me echo a llorar dándome cuenta de que ya no están tus brazos para calmarme.

Y no queda más, que asumir tu pérdida como una partida al lugar de las almas buenas.

Y no queda más que seguir desafiando al espejo cada mañana, cada Noviembre y rogar por ti, por mí, por las almas, por los ángeles y por la vida.

Frente al espejo te ofrezco cada uno de mis latidos, dedicados por entero a la persona más luchadora y fuerte... que jamás debió desaparecer.

Acéptalos y guarda tus manos cálidas para esta que te escribe con pulso trémulo.

Hasta... mi último Noviembre.

8 comentarios:

  1. Este Noviembre viene demasiado frío, si tu poesía enciende pasiones este fragmento en prosa instila tristeza en cada palabra.
    Por muy trémulo que sea el pulso no dejan de ser firmes los sentimientos.
    Un beso artista.

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  2. Pues si que voy a avanzar yo en prosa con tanto halago....

    ¡GRACIAS!

    No sé que más decir ...

    Un beso maestro.

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  3. Deseando que llegue el invierno, ésta vez, espero que se pase noviembre deprisa.
    Impresionante tú prosa, tus palabras, tu tristeza, tú.

    Elen.

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  4. Sois aliento y fuerza para seguir aprendiendo. Es un gustazo teneros por aquí. Sólo falta Javier. Ojalá venga con una crítica estupenda, le echo de menos...
    ¡Gracias pintora de mis versos!

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  5. Cierto, este fragmento en prosa es muy bello, muy triste, muy sincero...
    No entiendo de poesía, pero tu prosa llega al corazón y lo toca con los dedos, acariciándolo. Tus sentimientos se mezclan con los del que te lee y se reconocen en ellos.
    Es un don.
    Besos miles

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  6. ¡¡¡ Lola !!!!
    Gracias por leerme y mucho más si la poesía no es tu género preferido, de verdad, te agradezco muchísimo tu comentario. Jamás pensé que encontraría por aquí personas tan especiales.
    Besos miles.

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  7. Ese noviembre tuyo rompe el pecho de los que tal vez tuvimos un octubre similar en el sentimiento.
    Hay perdidas que no se superan del todo, a pesar de parecer lo contrario, acaban moldeándote el carácter y sigues hacía adelante pues no hay más remedio, pero una sombra de amargura queda grabada a fuego en lo más profundo del corazón, y a veces cuando menos te lo esperas sale de su guarida y te saca más de un llanto, de esos que quizás no te hacen derramar ni una sola lágrima por los ojos, pero que te acongoja el alma.

    Un fuerte abrazo amiga.

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  8. Cierto, muy cierto tu comentario Acróbata. Pero debemos considerarnos afortunados aquellos que sabemos escribir y despojar al alma de la espesura del dolor, aunque sea mínimamente, es un alivio. Encantada de tenerte por aquí. Un abrazo.

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