jueves, 7 de enero de 2010

DE NOCHE


A veces lejos. A veces cerca. No hay verso que pueda soportar tanta luz. Ni piel capaz de resistir su brillante presencia. Ni un sólo rincón que no desee ser iluminado. Amado. Descubierto. Rendido. No existen tactos más lejanos, sabores más dulces, aromas más lascivos. Nada más intenso que el estallido de una mirada que apenas se deja entrever. Tanto como es capaz de albergar mi sombra, detrás de cada palabra. En el instante de la noche en el cual me dejo poseer por ti. En el segundo de cada madrugada en el que mi piel decide, manda, ordena, deshace cada distancia. Un reino de oscuridad y susurros de cielo. Un techo de libertad mientras exploras, reconoces, deslumbras. Mis curvas tan observadas. Mi pulso tan cálido. Mi boca tan ávida. Donde las letras callan, las manos toman la palabra y se adueñan de cada sueño. Tan lejos. Tan cerca. De noche.

A.A.

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