Deberían
adueñarse de esta ciudad.
Desplazarse entre nosotros,
tan sordos,
tan ciegos,
tan ilusos.
Ir abultando nuestro ego.
Ir escribiéndole cobardías
a nuestras sombras,
tan leves,
tan verticales,
tan insensibles.
Deberían invadir estas calles
y estas mentes.
Ellos.
Porque son mucho más.
Muchísimo más
que hermosos esqueletos de poetas
desenterrándose, para volver a respirarnos.
De "Donde sujeto mis sueños" (2012)
No hay comentarios:
Publicar un comentario