Alas batidas y tardíos vuelos
acaparan los cielos de tu nombre.
... Escapas
en el decir del viento,
en el contorno de la nube,
en la lluvia enfurecida.
Garras de amor y presas amadas
desnudan los rasgos del deseo.
... Despliegas
el cautiverio de tu piel,
el dulce castigo de tus manos,
el lento peregrinaje de tus labios.
Y ahí quedo yo ...
nombrada por tu piel.
Y yo me nombro lector incondicional tuyo.
ResponderEliminarCautivas al viento, al mar, a las nubes y a la lluvia, consigues domar y someterlas a tus versos.
Beso grande.
Y yo te agradezco enormemente tus comentarios. Y me alegra infinitamente que mis letras te transmitan bonitas sensaciones. Gracias. Abrazo.
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