miércoles, 20 de febrero de 2013



En todo aquello que dices
sin voz que cubra tus labios.

Allí quiero vivir.

Enciérrame en tus manos...






Mi alma advierte la necesidad de tu orilla.
Concédeme la brisa.

Y si eres tú.

Si eres tú el paisaje más azul de esta mirada,
dejaré mis manos en la arena
y unas pocas palabras.

Para naufragar.






Tengo todo el trasiego de tu recuerdo aquí,
intacto.

Y la sien descolorida 
de tanto palpitarte.






Me suicido en cada callejón de tus palabras
para recuperar todas las pisadas que perdimos.
Aquí, encharcados, 
sobreviven los mínimos significados.
No sé si lloverá sobre los tejados de mi voz.
Mi piel dice
que no estoy hecha de alquitrán.
Pero a veces querría saber amarte
tan dura como el asfalto.